Ingredientes:
- Para 4 personas:
500 gr. de pechuga de pavo
4 porciones de queso brie
1 cebolla
1 diente de ajo
4 tomates secos
8 aceitunas negras
1 huevo
un trozo de miga de pan
½ vaso de leche
1 vaso de vino blanco
1 vaso de salsa de tomate
agua
harina de maíz refinada
harina y pan rallado
50 gr. de canónigos
vinagre
aceite de oliva
sal
pimienta negra
perejil
Elaboración:
Pela y lamina el diente de ajo y dóralo en una sartén con un chorrito de aceite. Pela y pica la cebolla, añádela y deja pochar. Sazona. Escurre el exceso de aceite y reserva.
Introduce la miga de pan en la leche. Cuando esté bien empapada, escurre y resérvala.
Pica la carne de pavo a cuchillo y colócala en un cuenco. Salpimienta, añade perejil picado, las aceitunas picaditas, los tomates secos picaditos, la cebolla pochada y la miga de pan remojada en leche y escurrida. Casca el huevo, incorpora una cucharada de pan rallado y mezcla bien con las manos hasta que quede una masa homogénea. Haz las albóndigas bien redondeaditas, pásalas por harina y dóralas en una sartén con aceite bien caliente. Coloca las albóndigas en una bandeja apta para horno y hornea las albóndigas a 200º C con el horno precalentado durante 5 minutos (para que se terminen de hacer por dentro).
Coloca la salsa de tomate en un cazo, vierte el vino blanco y deja reducir la salsa. Diluye una cucharada de harina de maíz en agua fría, añádela y mezcla para que ligue la salsa. Mantenla a fuego mínimo.
Pasa las porciones de queso por pan rallado y fríelas en una sartén con aceite por todos los lados. Reserva el queso frito en un plato con papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Sirve 3 montoncitos de salsa en un plato y coloca encima de cada uno una albóndiga. Acompaña con una porción de queso y con los canónigos aliñados con aceite, vinagre y sal. Decora con una hojita de perejil.
Consejo:
La mejor forma de disfrutar de los canónigos es consumirlos crudos como ingrediente de ensaladas, o en preparaciones en las que no se aplique mucho calor, como rehogado para tortillas. También como ingrediente de sopas en que se añade en el último hervor.
Estamos ante una receta que se puede considerar como plato único ya que se encuentran todos los nutrientes necesarios para mantenernos sanos. Es importante tener en cuenta que las porciones de queso frito aumentan de forma considerable el aporte calórico de la receta. Los hipertensos también tienen que tener cuidado con el consumo de queso.
Sin embargo el queso es el mejor sustituto de la carne en cuanto a su riqueza en proteínas, además son proteínas de muy fácil digestión (por eso se recomiendan a personas desnutridas).
También se recomienda a personas que estén en edad de crecimiento, a embarazadas, a mujeres en lactancia, o con menopausia. Gracias a que su contenido en Calcio, es muy bien asimilado por el organismo
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